lunes, 24 de febrero de 2014

Viejos y niños

El pasado domingo, 16 de febrero estuvimos compartiendo con los viejitos de la plaza del pueblo. Y ayer estuvimos en el campo de fútbol de Isabela, tratando de aprovechar un torneo de fútbol de niños y así alcanzar también a los niñez que es tan importantes para nuestro creador.

Es muy probable que cualquier día a cualquier hora que uno pase por la plaza del pueblo pueda observar por lo menos cuatro viejitos sentados jugando dominó. Los domingos por las mañanas no son la excepción. Dependiendo el momento se pueden encontrar a mas de treinta personas jugando, esperando por jugar o simplemente matando el tiempo con los panas.

Desde los primeras semanas habíamos querido llevar el mensaje de vida eterna a la gente de la plaza. Pero ofrecer agua quizás  no era tan llamativo como en el paseo lineal. Así que compramos veinte vasitos de café. No se quedó ni un café sin dueño. Tan pronto rompimos el hielo con los primeros cuatro, al instante se formo una fiesta. Alguno dijo necesitarlo porque estaba quedándose dormido. Pedían el azúcar, otros no querían azúcar, algunos preguntaban que donde estaba el palito pa' menearlo, etc. Ademas de llevarles unos mensajitos con versículos  bíblicos, les dimos un mensaje verbal central. "¡El cafe nos despierta por un momento pero, Dios nos levanta para siempre! ¡Crean en Jesús y búsquenlo él es la vida eterna! ¡Dios los bendiga!". Terminamos como empezamos, con un ¡party encendio!

El domingo pasado como ya saben había  torneo del deporte rey mundial, de fútbol. Teniamos grandes espectativas ya que nos apasiona la niñez. Esta vez si compramos agua y hielo y por fin llevamos un letrero muy bien decorado que decia: "agua gratis", "Dios te ama" y cree en Jesús y tendras vida para siempre". Pusimos nuestra mesita, colocanos el letrero y nos sentamos a esperar que viniera rl primer bonche de niños sedientos. Pues el primero que paso fue uno de los directivos del club de Isabela informandonos que no podiamos regalar agua por que era como hacerle la competencia a la cantina. Entendimos y nos pusimos a empacar pero, mientras yo empacaba Marielena se jarto repartiendo mensajes biblicos tanto a niños como a padres. Pensabamos impactar a la niñez pero los adultos se llevaron la ñapa. Lo importante es que el mensaje de esperanza no se detuvo. 

Sigamos llevando este mensaje a grandes y a chiquilines. Dejate usar por Dios no dejes de dar el mensaje!!

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