A continuación, compartiré la letra y el enlace al audio de una canción que desde hace tiempo es una de mis favoritas. La canción es, Año Nuevo del cantautor español Marcos Vidal.
No se toda la intención del autor, pero a mí la canción me remonta a las palabras de Jesús cuando les recomendó a sus discípulos, "Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:41). Así, me ayuda a reflexionar sobre el ajetreo del día, en una era (en la que vivimos) donde establecer metas y luego hacer todo lo posible por lograrlas es la orden del día. Por el otro lado, me lleva a reflexionar como el ser consistente en este mismo ajetreo resulta en un golpe fuerte y debilitador en el que no queda de otra que, aceptar que la oferta del mundo es solo un espejismo y como solo en Dios se encuentran el amor, la paz y el gozo que tan profundamente anhela nuestro espíritu interior y nuestra alma.
Sin embargo, la batalla entre el espíritu y la carne permite que el ajetreo se enseñoree en nuestras vidas una vez más. Entonces, vuelve uno a tener como prioridad las metas y "responsabilidades" de este mundo. Así se deja a un lado nuevamente a ese Señor del que ya en más de una ocasión hemos quedado seguros de que es, y por ende debe seguir siendo, la única y verdadera prioridad constante de nuestras vidas.
Por último, la letra de esta canción también me ayuda a recalcar que por más que uno perciba cuanto uno mismo se ha alejado de Dios, el sigue estando cercano. En él se encuentran las múltiples oportunidades. Nuestro verdadero baluarte, la misericordia, gracia y amor eterno de nuestro bondadoso creador y Padre celestial.
A continuación, la letra:
Año nuevo
Entró en el año con el pie derecho
Arrodillado ante su Biblia en oración
Y decidió que ya era suficiente
El tiempo malgastado desde el año anterior
Quiso renacer llorando hasta el amanecer
Y decidió comenzar de cero
Desde Enero
Lentamente pasaron los días
Y su amor poco a poco se enfrió
El trabajo diario le absorbían y
No le dejaban tiempo a penas para su Señor
Y aunque en su interior, Ya no sentía aquel calor
Hizo de su capa un sayo
Desde mayo
Otro sol brillaba bajo el firmamento
Y el verano hizo su aparición
Y decidió al fin el descanso merecido
Al trabajo realizado todo el año anterior
Una noche quiso orar sentado solo frente al mar
Pero su Dios ya estaba tan lejano
Paso el verano
Día a día pasando por las calles
Examinaba su vida y sobran los detalles
Pero fue capaz de volver al punto de partida
Y mirar tan solo aquel que dio por él su vida
Y descubrió el motivo de sus dificultades
Que había mirado a otros
Allá por navidades
Otra vez vio al salvador en un pesebre humillado
Y quedo esta vez de amor su corazón prendado
Mil veces aún cayó, y en el camino tropezó
Pero aprendió a nadar contra corriente
Diferente
Hoy suele sonreír y hasta le gusta repetir
Que ser cristiano no es un juego
Feliz Año nuevo
Y aquí el enlace al audio: